<Furtivo Subjetivo/>
Jamie Denburg Habie & Sebastian Schloesser
Programa interactivo escrito en Python con inteligencia artificial (OpenCV), 2021

El lenguaje escrito y hablado, a pesar de tener parcial relevancia en la totalidad de la comunicación; es el más notorio en la cotidianidad. Por lo tanto, las palabras toman un significado indispensable en toda la comunicación humana. ¿Pero qué ocurre cuando descontextualizados palabras que a primera vista parecieran no tener relación más que el simple hecho de estar agrupadas?

Ver adjetivos modificadores divorciados del sujeto que tendría que tener, colocadas en diversas formas, materiales y medios sin conocer la razón o el orden (si es que lo hay) crea un fenómeno mental ilustrativo de lo subjetivo en el lenguaje y de la irrelevancia del propósito original de una palabra, una frase, una canción, un poema. Al final el humano no puede simplemente ver una palabra e ignorarla, necesita asignarle un significado. Al connotarle a cada quien lo que quiere ver sin denotarse, se busca generar interacciones varias, llevándonos a explorar el comportamiento humano en relación a lo desconocido. Ésto por medio de sus reacciones en un entorno modificado sin un orden claro ni explicaciones exactas de cómo o por qué existe dicha modificación.

En este experimento lingüístico-visual-auditivo se busca explorar una posibilidad de pensamiento expansivo por medio de lo que a primera vista pareciera contradictorio. En este caso, las limitaciones lingüísticas por medio del retiro del elemento más común de la oración, debieran invitar al observador a cuestionar su forma de observar e interpretar sus alrededores y los límites que el uso del lenguaje tradicional les imponen.<Furtivo subjetivo/> intenta crear una traducción entre el lenguaje y la comunicación no verbal: con base en tus movimientos en el espacio, el programa con inteligencia artificial, analiza tu energía y genera adjetivos efímeros, no para definirte (pues cambian constantemente respondiendo a tu cuerpo) pero para alquimizar, aunque sea por un breve momento, la textura del lenguaje: de analítico/lineal a sensorial/ rizomático.

¿Pero qué ocurre cuando rompemos con la estructura de la sintaxis, cuando separamos el adjetivo del sujeto u objeto al que apunta, define, caracteriza, describe, transforma? Sin objetivo, el adjetivo vive en suspensión, derritiendo barreras entre el tú y el yo, desestabilizando la noción que todo estado sensorial se experimenta desde un punto fijo. Además de generar adjetivos, el programa selecciona música con base en tus movimientos, creando una función circular donde te mueves en base lo que te da y reacciona a lo que le das. De esta manera, el programa alude a otra polémica del espacio: el papel del DJ en leer su audiencia y generar reciprocidades entre los gestos, la música y sus varios componentes estructurales. En este sentido, podemos preguntarnos si la gramática musical, cómo la lingüística, también es incipiente al nivel más primordial de la conciencia humana, y si la inteligencia artificial llegará a entender, o hasta transformar, nuestra estructura neurológica.

Texto por Alan Abbott


<Furtive Subjective />, 2021
Jamie Denburg Habie & Sebastian Schloesser
Interactive program written in Python with artificial intelligence (OpenCV)

Despite representing a fraction of human communication, the written and spoken word reign as the language of the everyday. As such, words take on indispensable meaning. But what happens when we decontextualize and group words in such a way that their only relationship seems to be determined through proximity?

Adjectives divorced from their subject, made to “float,” make the subjectivity in language visible by bringing attention to the pointedness of the original word. Can we see a word and unlearn it’s meaning? By loosening connotation and denotation there is a liminal space to explore human behavior in relation to the unknown.

In this linguistic-visual-auditory experiment, we seek to explore expansion through contradiction. By removing the subject, we invite the observer to question the limits that language imposes on them. Further, <Furtive Subjective/> seeks to create a bridge between language and non-verbal communication: based on bodies moving in space, the AI analyzes energy outputs and generates ephemeral adjectives, not to define its subjects (as the program adapts perpetually to fluctuations) but to alchemize, even for a brief moment, the texture of language: from analytical/linear to sensory/rhizomatic.

What happens when we break with syntax, when we separate the adjective from the subject/object that it points to, defines, characterizes, describes, transforms? Without an aim, an adjective lives in suspension, melting the subject/object barrier and destabilizing the notion that sensation is experienced from a fixed point. In addition to generating adjectives, the program selects music based on motion, creating a circular function where participants move to the songs the AI generates, and the AI then reacts to participants’ movements. In this way, <Furtive Subjective/> alludes to a controversy inherent to music in the 21st century: What is the role of the DJ if AI can also read an audience and generate reciprocities between gestures and music? In this sense, we can ask ourselves if musical grammar, like linguistics, is also incipient at the most primordial level of human consciousness, and whether AI will come to understand, or even transform, neurological structures.

Text by Alan Abbott.